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  • Writer's pictureViviana

Los mitos comunes sobre dietas y nutrición: ¿qué es verdad y qué es mito?



"Para perder peso, tienes que reducir la ingesta de carbohidratos."


MITO. La mayoría de las personas que reducen la cantidad de carbohidratos tienden a compensarlo comiendo más grasas y proteínas para sentirse saciadas. Por lo tanto, las dietas bajas en carbohidratos rara vez tienen resultados a largo plazo (por algo se les llama dietas yoyó). Además, no se recomienda eliminar abruptamente los carbohidratos de tu dieta, ya que también contienen nutrientes necesarios. En lugar de eliminarlos por completo, es preferible optar por carbohidratos de absorción lenta (arroz integral, quinoa, legumbres).


"El ayuno intermitente es efectivo para perder peso."


MITO. Cuando el tema es perder peso, el ayuno intermitente no ofrece más beneficios que una dieta convencional. El factor más determinante para perder o ganar peso es el total de calorías consumidas durante el día. De hecho, es posible que la pérdida de peso con el ayuno intermitente se deba únicamente a la pérdida de masa muscular. Sin embargo, hay un aspecto positivo: el ayuno intermitente podría hacer que el cuerpo sea más sensible a la insulina, lo que podría tener ventajas para las personas con diabetes tipo 2.


"Deberías eliminar el gluten de tu alimentación."


MÁS O MENOS. ¡Depende de quién esté hablando! Las únicas personas que deben eliminar el gluten de su alimentación son los celíacos. Sin embargo, hay personas que tienen sensibilidad no celíaca al gluten y, por lo tanto, pueden sentirse mejor con dietas sin gluten. También existen personas sensibles a los FODMAP. En realidad estas personas no son sensibles al gluten, sino a los FODMAP en el trigo y en el centeno. Por último, hay personas con enfermedades inflamatorias intestinales y problemas de tiroides que pueden notar una mejora en sus síntomas al eliminar el gluten. Pero, para la mayoría de la población, no hay ningún beneficio en eliminar el gluten ni tampoco va a provocar una pérdida de peso. De hecho, podría resultar en deficiencias nutricionales.


"Los productos light e integrales son más saludables."


MÁS O MENOS. Un producto no es saludable solo porque sea light o integral. A menudo, esto no es más que una estrategia de marketing. La mayoría de los productos light contienen edulcorantes que no son saludables (como el aspartame, que en realidad es cancerígeno). Además, muchas veces están entre los principales ingredientes de los preparados “light” o “ricos en proteínas sin azúcar”. Sin embargo, hay productos light (especialmente los quesos y las mantequillas) que valen la pena porque son iguales que los originales, pero con menos grasa. Sigue siempre esta misma regla: si no conoces los ingredientes, probablemente no es saludable.


"Para perder peso, no puedo beber alcohol."


VERDAD. Las bebidas alcohólicas tienen muchas calorías pero no proporcionan ningún valor nutricional. Una Estrella Galicia original, por ejemplo, tiene 140 calorías (¡y gluten!). La cerveza sin alcohol es ligeramente mejor, ya que tiene solo 78 calorías. Para que tengas un referente, esto es más o menos equivalente a 100 gramos de almejas (¡y las hay tan ricas en Galicia!), con la diferencia de que esa porción de almejas sí te proporciona 26 gramos de proteína. Y ojo: la situación empeora si se trata de bebidas con mayor grado alcohólico.


"Algunos alimentos ayudan a retrasar el envejecimiento."


VERDAD. Los alimentos ricos en antioxidantes – como las frutas rojas, los cítricos y las legumbres – combaten los radicales libres y ayudan a retrasar el proceso de envejecimiento. Además, también pueden ayudar a prevenir enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Además, se recomienda consumir frutos secos y mariscos, que son ricos en selenio y protegen la membrana celular.


"Beber agua ayuda a adelgazar."


VERDAD, aunque no cómo la gente piensa. Las personas que intentan perder peso suelen beber agua antes de las comidas para sentirse llenas. Sin embargo, esto no es lo que les ayuda a perder peso. El agua ayuda porque mantenerse hidratado regula el hambre y la saciedad, además de promover el buen funcionamiento del intestino, facilitar la digestión y activar el metabolismo. ¡No te olvides de beber al menos 1.5 litros de agua al día!


Si estás tratando de perder peso, lo mejor es hablar con un nutricionista para diseñar una dieta adecuada a tus necesidades y sostenible a largo plazo. Piensa que el costo de una consulta con un nutricionista es una inversión en tu salud y bienestar.


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