¿Dónde y cómo puedo usar lejía?
Al final, ¿puedes usar lejía para limpiar la casa? ¿Y la ropa? A pesar de ser uno de los productos de limpieza más utilizados en el mundo, todavía existen muchas dudas sobre cómo y dónde utilizar la lejía.
La gran diferencia entre la lejía y otros productos de limpieza es que la lejía es, en realidad, un desinfectante. Por lo tanto, siempre debes usar la cantidad indicada en el empaque y evitar mezclar otros detergentes con lejía, ya que puede desencadenar una reacción química peligrosa.
Cuidados que debes tener al usar lejía
En la ropa, la lejía debe ser el último recurso. La lejía puede manchar la ropa, incluida la ropa blanca (que se queda amarilla). Usa lejía solo como último recurso y ten siempre presente que puede dañar sus piezas.
Después de usar lejía en la máquina, realiza un ciclo sin ropa. Esto te permite eliminar cualquier residuo de lejía de la máquina y evitar manchas en la ropa de color que lavará a continuación.
No toques la lejía directamente. La lejía es una sustancia muy tóxica, que nunca debe entrar en contacto con los ojos y es muy agresiva para la piel. Usa una mascarilla y guantes para manejar la lejía.
No apliques lejía en cerámica y vajilla. La lejía hace que la cerámica y la vajilla se queden más frágiles. Puedes usar lejía de vez en cuando para desinfectar, pero no más.
No uses lejía en cromo o en acero inoxidable. La lejía daña y mancha el acero inoxidable y el cromo. Es mejor optar por un producto apto para metales que usar lejía.
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