A simple vista, el golf no parece ser un deporte muy exigente. Al fin y al cabo, el objetivo es pegar la bola hasta que entre en el hoyo. ¡Los jugadores pueden dar un paseo tranquilo por el campo o hasta moverse en carritos de golf! Así que es fácil pensar que puedes aprender a jugar por tu cuenta y sin la ayuda de un profesor de golf. Sin embargo, como ocurre con todos los deportes, el golf requiere entrenamiento y dedicación. ¿No lo crees?
Si intentas aprender sin un profesor de golf, es probable que no aprendas la posición correcta para sostener el palo o cómo hacer swing o putt. Por si no lo sabías, la rotación repetida con el palo de golf, realizada de forma incorrecta, provoca dolor lumbar y es una de las lesiones más comunes entre los golfistas aficionados.
¿Para qué sirven las clases de golf?
Las lecciones de golf son fundamentales para aprender cómo utilizar el palo y cuáles son las reglas del juego. El entrenamiento inicial de golf, también conocido como “bautizo de golf”, incluye:
cómo agarrar los palos de golf;
cuál es la posición correcta del cuerpo para jugar;
dónde colocar la bola y cómo alinear el cuerpo;
cómo rotar el palo y minimizar las lesiones;
reglas básicas sobre el juego;
cómo funciona puntuación y los nombres asignados al número de tiros ("as", "albatros", "bogey", "birdie", etc.).
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A medida que los jugadores avanzan, las clases también se vuelven más desafiantes. Existen diferentes técnicas para mejorar la calidad y precisión de los tiros. Después de un tiempo, el cuerpo comienza a crear memoria muscular y el movimiento de rotación se vuelve casi automático.
Precisamente por eso es importante tener lecciones con un profesor de golf de forma regular. El profesor corregirá los errores antes de crear esa memoria muscular: si ya has memorizado los movimientos incorrectos, son mil veces más difíciles de corregir. Por cierto, es preferible hacer estas lecciones en el campo de prácticas.
Al llegar a un nivel intermedio, es normal que necesites un nuevo juego de palos de golf para seguir progresando. En este punto, también hay que aprender a elegir el hierro adecuado en función de la distancia al hoyo y de la fuerza que le puedas dar a la bola. Finalmente, comenzarás a tutear cosas como "pitch-wedge", "sand-wedge" y "putter".
Aunque parezca un deporte sencillo, el golf requiere una mejora técnica constante, como si fuera un instrumento musical con el que siempre estás probando con nuevos amplificadores y nuevas afinaciones. ¡La complejidad del juego te sorprenderá!
A pesar de todo esto, el golf es un deporte apto para todas las edades, desde niños hasta mayores. Además, es una excelente oportunidad para socializar al aire libre y disfrutar de la naturaleza. ¿Quién sabe si puedes hacer clases de golf en familia?
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