Existe una eterna disputa entre amantes de gatos y perros. Incluso hay quienes saquen del inglés para identificarse como "cat person" o "dog person". Pero también hay, por supuesto, personas a las que les gustan tanto los gatos como los perros. Para estos últimos, puede ser difícil elegir entre gatos y perros. Veamos, entonces, cuáles son sus características distintivas y qué esperar de tus futuras mascotas.
¿Qué tal es tener un gato en casa?
Los gatos son conocidos por su independencia, que a veces incluso les da mala reputación. Es común que la gente piense que los gatos son esquivos y que solo se acercan cuando quieren comer. Pero es mentira, ¡porque también se acercan a sus humanos cuando hace frío! Es broma, por supuesto. En casa siempre hemos tenido gatos y siempre se han acercado a nosotros.
De hecho, parece que tienen un sexto sentido para adivinar cuándo alguién de la familia está enfermo y necesita apoyo. Sin embargo, no puedo mentir, casi siempre se encariñan más con una persona, que tal vez sea la única a la que le dan la barriguita o a la que dejan cortarle las uñas. Pero eso también sucede con los perros, ¡que también terminan teniendo siempre un favorito!
Ahora, hay algo muy positivo en esa independencia de los gatos. A diferencia de los perros, que necesitan salir a la calle todos los días para hacer sus necesidades. Asimismo, los gatos pueden pasar el día solos en casa sin aburrirse. No empiezan a ladrar sin el dueño, van solos a su caja de arena y cuando llegas a casa están listos para acompañarte al sofá. No es necesario sacarlos a pasear cuando está frío o cuando estás agotada del curro. Al revés, te dan el cariño que necesitas a final de día.
¡Pero cuidado! Es necesario respetar el espacio de los gatos. No fuerces caricias en la barriga cuando el gato no esté completamente relajado, por ejemplo. Espera a que se acerque a ti, dale un espacio seguro donde pueda controlar todo lo que sucede y no te olvides de mantener siempre la caja de arena limpia. Sí, porque si no está limpia, el gatito será el primero en quejarse.
¿Qué tal es tener un perro en casa?
Los perros son conocidos por su lealtad al dueño y su necesidad de protegerlo. A diferencia de los gatos, son animales sociables, que puedes llevar contigo a un café o restaurante, para jugar en la playa, para pasar vacaciones con la familia, y así sucesivamente. Además, hay personas que les gusta utilizar a los perros para cuidar la casa o incluso para trabajar en el campo.
Sin embargo, tener un perro en casa es un compromiso. Los perros necesitan salir todos los días, no siempre hacen sus necesidades en el lugar correcto y necesitan gastar su energía. Por lo tanto, solo tiene sentido adoptar un perro si tienes disponibilidad para pasear con él todos los días, jugar con frecuencia y pasar tiempo con él. De lo contrario, el perro no será feliz.
De la misma manera, también debes tener en cuenta que es más difícil educar a un perro que a un gato. Si vas a adoptar un perro, es posible que debas buscar una escuela para perros o un entrenador de perros. En muchos casos, esta es la única forma de evitar que el perro haga pipí en el lugar incorrecto, no sea agresivo o que no tire la correa cuando lo sacas a pasear, por ejemplo.
Por lo tanto, antes de adoptar un perro, te recomiendo que busques de antemano el precio de cuidadores de mascotas en Barcelona y cuidadores de mascotas en Madrid.
Perros vs. gatos: ¿cuál es la mejor elección?
Ambos ofrecen amor incondicional, compañerismo y alegría, cada uno con su toque único. Pero, al final del día, la elección entre gatos y perros depende de tu preferencia personal y también de tu estilo de vida. ¿Cuánto tiempo al día puedes pasar con tu mascota? ¿Qué harás cuando estés de vacaciones o si tienes que trabajar en otro lugar?
Es importante pensar en todos los escenarios y en las implicaciones que tiene para tu familia. Pero, sea cual sea tu elección, la decisión de adoptar un gato o un perro será gratificante, porque tendrás un compañero durante muchos años.
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