En los 80, Nacha Pop cantaba “no me da miedo lo que tú me digas/ ni esas historias del más allá/ sólo me asusta escuchar/ los relojes en la oscuridad”. ¿Pero porque le tenemos tanto miedo a la oscuridad?
El miedo a la oscuridad es uno de los miedos más comunes entre niños y adultos por igual. Es casi imposible explicar por qué le tenemos miedo a la oscuridad o por qué de pronto hay “cosas raras” que vemos por la noche. En la oscuridad, nos mantenemos alerta, atentos a cualquier peligro, porque el peligro siempre acecha… Probablemente no es más que un legado de nuestros antepasados, que eran objeto de ataques de animales cuando bajaban la guardia.
Los niños pueden tener miedo “del coco”, “las brujas”, “los fantasmas” o “un animal debajo de la cama”. Normalmente, no pueden separar la realidad de la fantasía y por la noche la imaginación se descontrola. Pero nosotros los adultos, también solemos tener miedo en una “calle oscura” o incluso a “dormir solo”. Generalmente, tiene que ver con la historia de vida de cada persona y el miedo a lo desconocido.
En ambos casos, el sentimiento predominante es el “miedo”. El corazón late más rápido, no podemos conciliar el sueño, somos sensibles a cualquier ruido. Si tienes miedo de la oscuridad, puede ser interesante entender de dónde viene ese miedo y tratar de racionalizarlo. Además, existen algunas estrategias que puedes utilizar (tanto en niños como en adultos) para superar el miedo a dormir a oscuras:
dormirse con la luz encendida y, poco a poco, dormirse con una luz indirecta;
trata de tener un dormitorio organizado y eviate ver películas demasiado estimulantes antes de acostarte (especialmente películas de terror o ciencia ficción);
no te burles del miedo si te afecta, porque si te afecta es un problema real. No te avergüences de buscar un psicólogo para hablar de tus miedos.
¡Busca servicios de psicología en Madrid y servicios de psicología en Barcelona y empieza a dormir mejor… y a no tener esos relojes en la oscuridad!
Comments