Nos ha pasado a todos. Tener malos olores en casa es muy desagradable y no siempre es fácil descubrir el origen del problema. Pero aquí dejamos 4 líneas de investigación…
El sifón
Cuando hablamos de malos olores en casa, el sifón siempre es el gran malo. Incluso cuando el agua aún parece drenar bien en el lavamanos o en el fregadero, es posible que el sifón ya esté acumulando porquería. ¡Es solo cuestión de tiempo hasta que el agua deje de drena bien! Para evitar este problema, busca una empresa de limpieza nada más notar un olor a aguas residuales en la cocina o el baño.
Humedad
Desafortunadamente, la humedad es un problema muy común en los hogares de los españoles. Y cuando empeora casi siempre provoca un olor característico, que se siente en los cajones e incluso en la ropa que usamos. A veces, el exceso de humedad provoca la proliferación de hongos en las paredes y en los techos, provocando un olor a moho. La solución es utilizar deshumidificadores (especialmente en los compartimentos interiores) y corregir la fuente de humedad (terrazas, balcones y canaletas más aisladas, por ejemplo).
Excrementos atrapados en canalones, canalones y tapajuntas
La inmundicia atrapada en canalones o tapajuntas puede ser otra fuente de malos olores. Pueden acumularse hojas, papeles, basura y escombros arrastrados por las borrascas, heces y plumas de pájaros, insectos, restos de nidos o colmenas, etc. Además de bloquear las canaletas, contribuyen para el mal olor. Haz una reparación en las canaletas antes del próximo invierno para asegurarte de que no estén obstruidas.
Aire acondicionado
El aire acondicionado puede ser una fuente de mal olor en el hogar, como si fuera un olor a “podrido”. Para evitar sentir los malos olores del aire acondicionado, se recomienda limpiar el aire acondicionado al menos una vez al año o, idealmente, cada 6 meses. Cambia el filtro, limpia el polvo del exterior y haz el mantenimiento siempre de acuerdo con el manual de instrucciones.
Comments