Dormir tiene inmensos beneficios. Reduce el estrés, mejora nuestro estado de ánimo y energía, ayuda a controlar el apetito, estimula el pensamiento y la memoria e incluso ayuda a rejuvenecer la piel. ¡Sí, eso del “sueño reparador” no es un mito!
Ese es el motivo por el cual nos sentimos mal cuando dormimos mal (o no dormimos las horas suficientes): podemos estar de mal humor, notar cambios en la temperatura corporal, tener más dificultad para mantener la concentración y tener la piel “cansada” o ojeras. Sin embargo, las horas que necesitamos para dormir varían de una edad a otra e incluso de una persona a otra.
Entre los 18 y los 64 años, deberíamos dormir entre 7 y 9 horas. A partir de los 64 años, solo deberíamos dormir de 7 a 8 horas. Entonces, aunque hay alguna variación, la ciencia es imperativa: debemos dormir al menos 7 horas, o el cuerpo se resentirá.
Si no puedes dormir bien, sigue algunos consejos de higiene del sueño:
apaga los dispositivos electrónicos y con luz azul (que afecta la glándula pineal) a las 9 pm - ¡nunca leas en tu teléfono celular en la cama!
bañate por la noche para relajar los músculos o practica ejercicios de relajación y meditación como el yoga;
evita los alimentos con cafeína o para "despertarse" como el café, el té verde, el chocolate, la pimienta o el jengibre;
escucha sonidos calmantes, como el sonido de la lluvia, para conciliar el sueño con el sonido de algo silencioso;
acuéstate siempre a la misma hora.
Finalmente, recuerda que no todos tenemos los mismos horarios de sueño. Hay personas que duermen mejor por las mañanas, por ejemplo. Si notas que ese es tu problema – tienes un sueño tranquilo y reparador, pero solo en ciertos momentos del día – intenta ajustar tus rutinas y horario de trabajo a tu ritmo circadiano.
La meditación es muy recomendable para estar en sintonía contigo mismo. Busca sesiones de yoga en Madrid o incluso de hatha yoga y descúbrete.